La censura durante los años de guerra y posteriores fue un
importante elemento a tener en cuenta por parte de los fotógrafos. Sin embargo
la valentía de muchos autores que se saltaron las leyes, como Pepe Campúa o
José Díaz Casariego hacen posible que hoy podamos revivir la guerra a través de
su objetivo.
A raíz de las famosas fotografías de José María Díaz
Casariego, el general Berenguer del
Ejército franquista prohibió a todos los periodistas fotografiar cerca de las
operaciones militares. Claro que, cuando dijo a todos se refería sólo a los no
simpatizantes del régimen. Sin embargo, los militares estaban demasiado
ocupados ganando una guerra como para estar pendientes de los cientos de
fotógrafos y periodistas que pululaban por las contiendas, y de las miles de
imágenes que producían cada día.
Por ello la censura actuó a priori y a posteriori; de hecho,
la mayoría de la documentación gráfica realizada por parte del bando de
izquierdas fue destruido tras finalizar la guerra. Todas aquellas imágenes que
no construían una imagen positiva del caudillo ni del régimen, así como las
duras imágenes de sufrimiento y muerte del pueblo, eran destruidas sin
miramientos. Además, a los fotoperiodistas que durante la guerra se saltaron la
censura, les fue retirado el carnet de periodista y obligados a que nunca más
ejercieran la profesión. La mayoría fueron condenados a la cárcel o la muerte.
Pero no nos equivoquemos, los partidarios del régimen franquista también temían
por la victoria de los republicanos, que les obligarían a deshacerse de sus
fotos.
A pesar de la crueldad con la que la dictadura trató al
fotoperiodismo, gracias a la valentía de muchos fotoperiodistas hoy conocemos
la historia por ambas partes. Se sucedieron varios casos: Luis Ramón Marín
ocultó 18.000 negativos en la pared de una cocina. Agustín Centelles cruzó la
frontera de Francia con 4.000 negativos. Caty Horma escondió 270 negativos en
una caja de hojalata y no las sacó ni los reveló hasta que acabó la guerra en
1939.
No hay comentarios:
Publicar un comentario